viernes, 6 de febrero de 2015

Comadreja.

No es un chico que tengáis que recordar, tampoco alguien que os deba importar, solo quería escribir lo que siento y pienso, y así terminar lo que se empezó.

Probablemente teníamos entre poco y nada en común. Pero aún así halábamos. Se desfogaba conmigo, y me contaba cualquier minucia interesante que le pasaba durante el día, y eso llevaba a tener en mi móvil largos y bíblicos mensajes de él. Nunca me molestó que lo hiciera. Aún así dejo de hacerlo.

Llevábamos vidas distintas, tan distintas que me asombraba ser de la misma especie. Su obsesión por el futuro a mi me ponía nervioso. Soy de los que no se preocupa por donde estará dentro de 5 años, puesto que no sabemos ni donde estaremos dentro de 5 meses.

Su sexualidad le condicionaba, le cohibía, le preocupaba. Aceptaba lo que era, y estaba orgulloso de ello. Pero algo fallaba. Algo que aún no se, pero que solo hacía que distanciar nuestras personalidades.


Amistad; (Del lat. *amicĭtas, -ātis, por amicitĭa, amistad).
Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.

Supongo que yo no entraba en esa dentro de esa definición para él. Pero el para mi si. No tenía motivo alguno para ser su amigo. Sin embargó, el parecía necesitarlo para serlo de mi. No duele, tampoco importa, pero deja un sentimiento amargo, que no creo ni que se pueda considerar sentimiento. 
  
El se preguntaba el por qué de todo esto. ¿por que si no tenemos nada en común? ¿Porque si ni siquiera estoy enamorado de ti? Supongo que esta pequeña diferencia para mi, para él suponía un abismo entre dos polos. Yo no necesito un porque de las cosas. Disfrutaba hablando con él. Era mi amigo, nada más, sin ningún interés secundario, sin necesidad de motivos ni explicaciones.

Ahora contengo mi avidez de decirle que no se aleje de mi lado. Pero es su decisión. La respeto.

Adiós Comadreja, partes de mi vida y yo de la tuya. Nos vamos como personajes secundarios que desagradan al público en una vulgar comedia de TV pública. Con motivos absurdos, y esperando, que a la larga, la gente se olvide de ese personaje. 

Muy contento de haberte conocido, Muy feliz de haber compartido este tiempo contigo, muy triste de que haya salido mal. 


Mi novio; Pingüino

Realmente este año ha sido un tanto horrible, y si habéis leído mis entradas anteriores comprenderéis el por que.  Pero toda mala racha...