Tranquilos no es una nota de suicidio, solo explico un resumen de como en 4 meses mi cabeza me pedía que acabase con aquella frustración en mi, pidiendome que acabase con mi vida.
Siempre he pensado que al gente que caía en depresiones (quitando enfermedades mentales) eran débiles, simplemente como nosotros pero más débiles de mente. Debido a mi experiencia puedo decir que estaba equivocado.
A principios de año algo en mi interior empezó a fallar. Tengo una familia que me quiere, pareja estable en una relación muy sana, amigos, y mucho amor en mi vida. Pese a eso algo en mi interior empezó a hacer que me sintiera mal, y bloqueando, poco a poco, cualquier emoción o sentimiento que mi cuerpo pudiera crear. Día a día notaba como el sentimiento de amor desaparecía de mi corazón. La alegría desaparecía de mi vida, con ella el sentirme enfadado por cosas que normalmente me enfurecerían, o lo peor de todo, sentir tristeza por cosas que no son buenas para mi. Todo esto generaba una frustración en mi. No podía amar a mi novio, ni corresponderle con amor, hecho que empeoraba la situación.
No sentía celos, envidia, arrepentimiento, pena. NADA. Todos mis sentimientos bloqueados, solo el bacio en mi interior frustrado por no poder estar ni triste por eso.
Durante estos meses diversos hechos pusieron a prueba mi máquina de emociones con resultados nefastos. Hice daño a mi mejor amigo destruyendo nuestra amistad, y fui incapaz de sentir nada respecto a ello. Cosa que solo hizo que empeorase la situación que había provocado mi fatal error.
Debido a la falta de amor en mi, tuve que pedirle un tiempo a Nutria, y poco a poco distanciarme de todos mis amigos. Todos mis actos solo hacían que empeorar mi estado.
pasados unos meses y llegado Abril, la situación no podía ir a peor. Por mi mente rondaban pensamientos oscuros, tales como acabar con mi vida sin sentido. A pesar de parecer una persona estable mental y emocionalmente, cuando tengo bajones me puedo volver muy inestable y peligroso emocionalmente para mi y para mis seres queridos. Sabiendo que mi estado no había sido nada cuerdo durante aquellos 4 meses, en los que ni un solo sentimiento salió de mi. En los que cada día era una tortura el hecho de tener que vivir. En los que cada acción que hacía solo hacía daño a mis seres queridos, a los que distancie. Por mi mente solo rondaban pensamientos de acabar con aquel sufrimiento de alguna forma.
No iba a hacerlo por el hecho de que eso solo haría daño a mi familia y amigos, destrozando sus vidas innecesariamente e injustamente. Fueron pensamientos egoístas en una época donde mi salud mental brillaba por su ausencia. Pese a necesitar ayuda profesional, que muchos amigos me recomendaron, no lo hice, alargando mi agonía y negando estar en una depresión o algún otro tipo de bache mental.
Afortunadamente, como de la noche a la mañana, después de haber estado 4 meses seguidos, sin descanso, con el mismo estado emocional nulo, las emociones volvieron a fluir de dentro de mi, dejando que hubiese amor en mi vida.
Eso si, el daño que hice esos días ya estaba hecho, y hoy por hoy sigo pagando el elevado precio de actuar de aquella forma.
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